viernes, 6 de abril de 2007

Discriminación de la mujer según etapas de vida

+ Feticidio e infanticidio
La discriminación de género comienza pronto. Las técnicas modernas de diagnóstico del embarazo han hecho posible que se determine el sexo del bebé en su fase más temprana. En aquellos lugares donde existe una clara preferencia económica o cultural por los varones, el uso inadecuado de estas técnicas puede facilitar el feticidio femenino.

Aunque no existen pruebas concluyentes que confirmen este uso incorrecto e ilegal, el historial de nacimientos y los datos del censo revelan que en Asia hay una cifra desproporcionada de nacimientos de varones y una presencia exagerada de niños menores de cinco años, sobre todo en China y en la India, lo que sugiere la existencia de feticidios e infanticidios selectivos por género en los dos países más poblados del mundo, a pesar de las iniciativas para erradicar estas prácticas en ambos países.
+ La etapa media de la infancia
Una prioridad en la etapa media de la infancia y la adolescencia es la de asegurar el acceso y desarrollo completo a una educación primaria y secundaria de calidad. Salvo escasas excepciones, en su mayoría son las niñas quienes sufren las mayores desventajas educativas.
Educación primaria
De cada 100 niños sin escolarizar, hay 115 niñas en la misma situación.
Aunque la brecha de género se ha ido cerrando a un ritmo constante en las últimas décadas, aproximadamente 1 de cada 5 niñas que se matriculan en la escuela primaria no llegan a finalizarla.
A las niñas que no reciben una educación primaria se les está privando de la oportunidad de desarrollar toda su capacidad en cualquier aspecto de sus vidas. Las investigaciones muestran que las mujeres con estudios son menos propensas a morir de parto y más proclives a enviar a sus niños y niñas a la escuela. Está demostrado que el índice de mortalidad en los menores de cinco años disminuye a la mitad entre las madres con educación primaria.
Educación secundaria
Unas recientes estimaciones de UNICEF indican que el promedio de niñas que acuden a la escuela secundaria en los países en desarrollo es sólo del 43%. Hay múltiples razones para ello. Puede que, sencillamente, no exista ninguna escuela secundaria a la que las niñas puedan asistir, ya que muchos países en desarrollo y donantes se han esforzado tradicionalmente en ofrecer una educación primaria universal y no destinan fondos para aumentar la matriculación y asistencia en la educación secundaria. También existe la posibilidad de que los progenitores de una niña digan que no pueden permitirse el que su hija reciba una educación secundaria o adopten la postura de que el matrimonio debería ser el límite de las ambiciones de su hija.
La educación secundaria tiene múltiples beneficios para las mujeres, niñas y niños. Es muy eficaz para retrasar la edad del primer parto de una joven y aumentar su libertad de movimientos y la salud materna. También fortalece el poder de negociación de las mujeres en la familia y es un factor crucial a la hora de ofrecer a las mujeres oportunidades económicas y participación política.
+ Adolescencia
Entre las mayores amenazas para el desarrollo de un adolescente se encuentran el maltrato, la explotación y la violencia, y la falta de formación fundamental sobre la salud sexual y reproductiva, incluido el VIH/SIDA.
Mutilación/ablación genital de la mujer y la niña
La mutilación/ablación genital de la mujer y la niña supone la extirpación parcial o total, u otras lesiones, de los órganos genitales femeninos, pero no por razones médicas sino culturales. La práctica de la mutilación genital se produce principalmente en países de África subsahariana, Oriente Medio, África del Norte y algunas partes del Sudeste de Asia. Se calcula que, en la actualidad, entre las mujeres y niñas vivas hoy en día, más de 130 millones han sufrido mutilación genital. Esta práctica puede tener graves consecuencias para la salud, como problemas de cicatrización, una mayor propensión a infectarse con el VIH, complicaciones durante y después de los partos, enfermedades con procesos inflamatorios e incontinencia urinaria. Las hemorragias graves y las infecciones pueden provocar la muerte.
Matrimonio infantil y maternidad o paternidad prematuras
Se entiende por matrimonio infantil o prematuro aquellos matrimonios o uniones donde uno o ambos contrayentes son menores de 18 años. El 36% de las mujeres del mundo que tienen de 20 a 24 años se casaron o se unieron a sus parejas antes de cumplir los 18 años, sobre todo en el Asia meridional y África subsahariana. En las zonas donde se practica, el matrimonio infantil es una tradición tan arraigada que resulta casi imposible protestar contra ella. Los progenitores suelen permitir el matrimonio de sus hijos e hijas por necesidades económicas, o porque creen que, en el caso de las hijas, las protege de asaltos sexuales y embarazos fuera del matrimonio, aumenta sus años fértiles o les asegura la obediencia a sus maridos en el hogar.
El embarazo y maternidad prematuros son una inevitable consecuencia del matrimonio infantil. Alrededor de 14 millones de adolescentes entre 15 y 19 años dan a luz todos los años. Las niñas menores de 15 años tienen 5 veces más probabilidades de morir durante el embarazo que las mujeres mayores de 20 años. Si una madre tiene menos de 18 años, la probabilidad de que su bebé muera el primer año de vida es un 60% mayor que la de un recién nacido de una madre de 19 años. Incluso si el bebé sobrevive, existe una mayor posibilidad de que sufra de bajo peso al nacer, de desnutrición y de un retraso en el desarrollo físico y cognitivo.
Abuso sexual, explotación y trata
Cuanto más jóvenes son las jóvenes en su primera relación sexual, más probabilidades hay de que hayan sido forzadas a ella. Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud, 150 millones de niñas y 73 millones de niños menores de 18 años sufrieron en 2002 relaciones sexuales forzosas u otras formas de violencia física y sexual. En algunos países, la inexistencia
de una edad mínima de consentimiento para las relaciones sexuales y el matrimonio expone a los niños y niñas a la violencia de su pareja.
Se calcula que 1,8 millones de niños y niñas están atrapados por el comercio sexual. A muchos se les fuerza a ello, bien porque sus paupérrimas familias los venden como esclavos, bien porque se les rapte para ser sometidos a la trata en burdeles, u otro tipo de explotación. Las niñas y niños sometidos a explotación en la industria comercial del sexo están sujetos al abandono, la violencia sexual y el maltrato físico y psicológico.
Salud sexual y reproductiva
Puesto que el sexo sin protección conlleva el riesgo de embarazo y de infecciones de transmisión sexual, incluida la del VIH, es muy importante para su seguridad que los jóvenes estén informados de la salud sexual y reproductiva.
Es obvio que sólo con la información no se puede proporcionar protección pero, desde luego, es un primer paso. Sin embargo, los adolescentes de todo el mundo siguen teniendo un conocimiento muy limitado de los asuntos de salud reproductiva y de los riesgos que corren.
VIH/SIDA
En 2005, casi la mitad de los 39 millones de personas que vivían con el VIH eran mujeres. En lugares del Caribe y África, las mujeres de edades comprendidas entre los 15 y los 24 años
son seis veces más propensas a infectarse que los jóvenes de su edad.
Las mujeres corren un riesgo mucho mayor que los hombres de contraer el VIH. Una de las principales explicaciones es fisiológica: las mujeres tienen por lo menos el doble de probabilidades que los hombres de infectarse con el VIH durante el acto sexual. El otro factor decisivo, y en gran medida reversible, es el social: la discriminación de género deniega a la mujer el poder de negociación necesario para reducir su riesgo de infección. La alta tasa de analfabetismo entre las mujeres impide que conozcan los riesgos de la infección por VIH y las posibles estrategias de protección. Un estudio realizado en 24 países de África subsahariana
revela que dos tercios o más de las jóvenes carecen de una información completa sobre la transmisión del VIH.
El dramático aumento de la infección entre las mujeres eleva el riesgo de infección entre los niños y niñas. Los bebés se infectan a través de la madre durante el embarazo, el parto o la lactancia.
En 2005, más de 2 millones de niños y niñas de 14 años o menos vivían con VIH.
+ Maternidad y edad madura
Cuando se combinan los efectos perniciosos de la pobreza y la desigualdad, los dos periodos clave en la vida de muchas mujeres son la maternidad y la edad madura.
Mortalidad derivada de la maternidad
Se calcula que más de medio millón de mujeres –una mujer por minuto, aproximadamente– mueren al año como resultado de las complicaciones durante el embarazo o el parto.
Aproximadamente el 99% de todas las muertes por causas derivadas de la maternidad se producen en los países en desarrollo, y más del 90% en África y Asia. En 2002, dos tercios de las muertes derivadas de la maternidad se produjeron en 13 de los países más pobres del mundo. Ese mismo año, ya sólo la mortalidad materna de la India representó la cuarta parte de toda la mortalidad materna mundial. Una de cada 16 mujeres de África subsahariana morirá como consecuencia del embarazo o el parto, mientras que en los países industrializados el porcentaje es de sólo 1 de cada 4.000.
Por otra parte, los recién nacidos que se quedan sin madre tienen de 3 a 10 veces más probabilidades de morir que los recién nacidos cuyas madres han sobrevivido al parto.
Muchas de las vidas de estas mujeres se podrían salvar si tuvieran acceso a una atención básica de la salud que incluya personal preparado en todos los partos y atención obstétrica de urgencia para mujeres que presenten complicaciones.
Las mujeres en la vejez
Las mujeres mayores suelen sufrir la doble discriminación de género y de edad. Las mujeres tienden a vivir más años que los hombres, carecen generalmente del control de los recursos económicos familiares y a veces tienen que afrontar la discriminación de las leyes de la herencia y de la propiedad.
Muchas mujeres mayores están sumidas en la pobreza en un momento de sus vidas en el que son muy vulnerables.
Sólo unos pocos países en desarrollo disponen de redes de seguridad para personas mayores en forma de pensiones no contributivas o sujetas a la verificación de recursos.
Las abuelas en particular poseen un gran conocimiento y experiencia de todo lo relacionado con la salud y el cuidado materno e infantil. En muchas familias, las abuelas son el principal apoyo para las madres y padres trabajadores en lo que al cuidado de los niños y niñas se refiere.
La experiencia ha mostrado que cuando los programas que tratan de beneficiar a los niños y las familias incluyen también a las mujeres mayores, esto repercute en el progreso de los derechos de la infancia.
Fuente: Discriminación de género a lo largo del ciclo vital, elaborado por UNICEF Estado Mundial de la Infancia 2007. La Mujer y la Infancia: El doble dividendo de la igualdad de género.
Enlace:
Más información UNICEF
Ilustración: Cuadro "Galatea de las esferas", 1952 de Salvador Dali

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